La masturbación canina, es una actividad normal y saludable que comparten la mayoría de estos animales, que incluye montar objetos, es un comportamiento normal y saludable en estos animales, pero en ocasiones también esconde estrés o una enfermedad

La masturbación canina, consiste en montar objetos o lamer sus órganos genitales. A pesar de que muchos consideren este acto como algo malo, la respuesta no puede estar más alejada de la realidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta cuando este comportamiento es normal o cuando ha escalado a un nivel preocupante.

¿Por qué sucede la masturbación en los perros?

La masturbación canina es un comportamiento sexual normal y saludable que comienza en su etapa de cachorros y que continúa en la mayoría de las veces después de la esterilización.

No importa si el perro es macho o hembra, o si ha sido esterilizado. Incluso los machos castrados todavía puede obtener erecciones y eyacular. El comportamiento sexual no se encuentra determinado exclusivamente por las hormonas que pierde al ser castrado sino que también una parte del cerebro lo controla y estimula este tipo de acciones.

También durante el juego con otros, algunos perros se montarán como una respuesta confusa a la excitación de la actividad. Si esto sucede de vez en cuando, es perfectamente normal, pero si lo hacen cada vez que están jugando con otros cachorros puede estar mostrando un signo de problemas de socialización, ya que el juego no siempre debe implicar jerarquía.

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¿Por qué los perros montan objetos?

Los perros, como muchos otros animales, pueden exhibir comportamientos de masturbación de diversas maneras. Una de las formas más comunes en que esto se manifiesta es cuando los perros montan objetos como almohadas, mantas o incluso sus propios juguetes. Esta actividad puede parecer inusual para los dueños, pero es importante recordar que forma parte de su repertorio de comportamientos naturales. A menudo, los perros también pueden restregarse contra otros animales o personas, lo que puede incluir interacciones con otros perros en el hogar o en parques, así como el contacto con sus dueños.

Además, hay ocasiones en las que la masturbación se limita a que el perro se lama la zona genital. Este comportamiento puede ser parte de un ciclo normal de exploración y autocomplacencia que tanto machos como hembras pueden experimentar, independientemente de si han sido esterilizados o no. Es fundamental entender que estos comportamientos están relacionados con el placer sexual y son una parte natural de la vida de un perro.

Sin embargo, es importante diferenciar entre la masturbación normal y comportamientos que podrían indicar un problema subyacente. En algunos casos, el hecho de que un perro monte objetos o otros animales de manera frecuente puede ser un signo de que está experimentando un malestar físico o emocional. Problemas médicos como infecciones urinarias, problemas de incontinencia o alergias en la piel pueden llevar a un perro a lamerse excesivamente la zona genital. En tales situaciones, el comportamiento puede ser un intento de aliviar una molestia o picazón.

Además, si un perro se involucra en la masturbación de manera excesiva, existe el riesgo de que se lesione. Las áreas genitales son delicadas, y un comportamiento compulsivo puede resultar en heridas, irritaciones o infecciones. Por lo tanto, si un dueño nota que su perro está exhibiendo comportamientos de masturbación de manera excesiva o que parece estar en riesgo de lastimarse, es recomendable consultar a un veterinario. Este profesional podrá determinar si hay alguna causa médica que necesite tratamiento y ofrecer orientación sobre cómo manejar la situación de manera adecuada.

En resumen, mientras que la masturbación en perros puede ser un comportamiento normal y parte de su juego, es crucial estar atentos a cualquier cambio inusual en sus hábitos que pueda señalar problemas de salud o bienestar. La observación cuidadosa y la intervención adecuada son esenciales para garantizar la salud y felicidad de nuestros amigos caninos.

¿Qué hacer cuando mi perro monta con demasiada frecuencia?

Lo más efectivo en la educación y el manejo del comportamiento de un perro es anticiparse a las situaciones y tratar de evitar que surjan conductas indeseadas antes de que comiencen. Esto implica prestar atención a las señales que el perro puede mostrar, como inquietud o excitación, y actuar de manera proactiva para redirigir su energía de forma positiva.

Una estrategia útil es interactuar con el perro de manera lúdica. Puedes jugar con él, lo que no solo fortalecerá el vínculo entre ambos, sino que también le ayudará a canalizar su energía de manera constructiva. Ofrecerle uno de sus premios comestibles puede ser un excelente incentivo para que se enfoque en ti y en las actividades que estás proponiendo. Esta técnica no solo recompensa el buen comportamiento, sino que también mantiene al perro motivado y comprometido.

Además, es importante utilizar las pautas de educación canina que han aprendido juntos. Actividades como sentarse o tumbarse son no solo útiles en la enseñanza de comandos básicos, sino que también pueden ser disfrutadas por el perro de una manera especial. Al hacer que estas actividades sean divertidas y gratificantes, el perro estará más dispuesto a participar y aprender.

Sin embargo, es fundamental recordar que la paciencia es clave en este proceso. Cada perro tiene su propio ritmo de aprendizaje y puede requerir tiempo para asimilar los comandos y comportamientos deseados. Es esencial proporcionar un ambiente positivo y de apoyo, donde el perro se sienta seguro y motivado para aprender. Con dedicación y perseverancia, el perro eventualmente dominará las habilidades necesarias y adoptará comportamientos más apropiados.

Además, hay que tener cuidado porque muchos canes pueden enfadarse cuando otro perro intenta montarles, aunque sea como un modo de juego. En este caso, es importante usar pautas de educación canina como «no» o «ven», que sirvan para que el amigo de cuatro patas deje a su objetivo «amoroso» tranquilo. «Cuando queremos que un can deje de montar a alguien es importante darle una pauta como ‘no’ o ‘siéntate’ y premiar este comportamiento.

Razones por lo que un perro se masturba

• Comportamiento sexual: El montaje y la masturbación con motivación sexual a menudo se acompañan de un lenguaje corporal «coqueto» y un comportamiento de cortejo (cola, orejas giradas hacia atrás, lamer, patear, tocar arcos, etc.).
• Comportamiento social: Los perros a veces montan otros animales y personas para mostrar el estado social o el control. Un perro montado por esta razón puede o no mostrar una erección, pero es poco probable que eyacule.
• Juego: Los comportamientos sexuales, incluido el montar y empujar, son parte del comportamiento normal del juego. Los perros generalmente no muestran erecciones o eyaculan en el contexto del juego.
• Respuesta al estrés o la emoción: Algunos perros responden a situaciones estresantes o emocionantes montando o masturbándose. Por ejemplo, después de conocer a un nuevo perro o persona, un perro excitado puede montar otro perro, su dueño o un objeto cercano, como una cama de perro o un juguete.
• Trastornos compulsivos: Masturbarse puede convertirse en un hábito compulsivo, especialmente si un perro lo hace en respuesta al estrés. Compulsiones como el montaje y la masturbación pueden interferir con el funcionamiento normal de un perro.
• Problemas médicos para descartar: Varios problemas médicos, incluyendo infecciones del tracto urinario, incontinencia urinaria, priapismo (erecciones persistentes, a menudo dolorosas) y alergia en la piel, pueden influir en el comportamiento de monta del perro. Estos problemas pueden ser graves si no se tratan adecuadamente y requieren atención médica en lugar de tratamiento conductual. Los perros que sufren de estos u otros problemas médicos a menudo pasan mucho tiempo lamiendo y masticando el área genital. Si nota que su perro se monta excesivamente, se lame o mastica, o frota su cuerpo contra cosas, llévelo a un veterinario para descartar problemas médicos.