La cola de los gatos es un elemento fundamental de su belleza y elegancia. Este apéndice no solo realza su apariencia física, sino que también juega un papel crucial en su comunicación y expresión emocional. Al observar los movimientos y posiciones de la cola de un gato, podemos obtener valiosa información sobre su estado de ánimo y sus sentimientos.
Por ejemplo, una cola erguida y en posición vertical puede indicar que el gato se siente feliz y confiado, mientras que una cola baja o entre las patas puede ser un signo de miedo o sumisión. Además, cuando un gato agita su cola rápidamente, a menudo significa que está excitado o agitado, mientras que un movimiento lento y suave puede reflejar relajación y tranquilidad.
Así, la cola de los gatos no solo contribuye a su estética única, sino que también actúa como un indicador de su bienestar emocional. Prestar atención a estos sutiles movimientos y posturas nos permite comprender mejor a estos fascinantes animales y fortalecer nuestro vínculo con ellos.
Anatomía y funcionamiento de la cola de un gato
La cola del gato está compuesta por vértebras móviles, no es solo un trozo largo de carne.
Se compone de entre 19 y 23 “vertebras”, que representan aproximadamente el 10% del total de huesos en los gatos. A su vez, encontramos 6 músculos y gran cantidad de ligamentos que se dividen a lo largo de toda la cola del gato. El tamaño medio de la cola de los gatos es de entre 25 y 30 cm de largo.
La principal función de la cola es dar soporte para la estabilidad del gato, pero también es una útil herramienta en la comunicación del animal. De hecho, sin la cola, el gato podría perder el equilibrio o tener problemas para relacionarse con otros felinos.
¿Cómo saber si la cola de tu gato está rota o herida?
Si ves que tu gato no se quiere mostrar, seguro tiene una dolencia. Lo mejor es verificar su cuerpo/cola y ver si algo no anda bien.
Ya sea que hayas presenciado la lesión o no, existen diferentes formas de saber si tu gato se ha lastimado la cola o incluso se ha roto la cola. Los síntomas más comunes incluyen:
- Falta de movimiento de la cola.
- Sangrado.
- Cola hinchada.
- Pérdida de pelo.
- Dificultad para controlar las deposiciones.
- Tu gato se esconde, llora o se muestra agresivo.
De esta manera, podrás reconocer cuándo tu gato tiene dolor y podrás actuar rápidamente antes de que se vuelva demasiado grave.
Causas
La causa de una cola lesionada o rota es siempre una lesión. Quizás tu gato estaba afuera de casa explorando cuando ocurrió un accidente donde se cayó o algo cayó sobre su cola. Cuando un gato se lastima la cola, puede fracturarse, romperse o incluso dislocarse. Las lesiones menores pueden incluir raspaduras, caída del pelo, hinchazón o un poco de sangrado. Las lesiones mayores pueden incluir daño a los nervios, daño a los vasos sanguíneos, huesos rotos, etc.
Dicho esto, la lesión de cola de gato más común es una cola fracturada, ya que puede ser causada por una amplia variedad de accidentes. Las colas de gato fracturadas cerca de la base son más graves, ya que también pueden implicar daños en los nervios o vasos sanguíneos, lo que la convierte en una lesión más grave y dolorosa. Las colas de gato fracturadas cerca de la punta son menos dolorosas y, a menudo, menos graves.
Otras lesiones comunes de la cola
Por ello, los problemas a los que se puede enfrentar son muchos. Y entre dichos problemas, encontramos los siguientes.
- Quemaduras: Es muy común ver a los gatos acercarse a cualquier fuente de calor cuando el frío se apodera del ambiente. Por desgracia, algunas veces se despistan y su cola acaba con quemaduras de diferente grado. Y no es que los gatos sean poco inteligentes, es que a veces no pueden controlarlo. En esos casos, las quemaduras suelen ser muy habituales, pero, por desgracia, en muchas ocasiones el problema es mucho mayor.
- Dermatitis: La dermatitis aparece en el gato cuando las bacterias se acumulan y la piel no respira correctamente. Es muy común en los gatos de pelaje denso, puesto que su piel puede respirar menos. La picazón, rojeces, las heridas, costras e, incluso, pus, son algunos de los síntomas que indican que tu gato sufre dermatitis. Esta se puede dar en toda la piel del gato, por lo que la cola no escapa a ello.
- Heridas en la cola: Al ser tan larga puede ser presa fácil del ataque de otros animales y acabar con mordeduras, arañazos y otras heridas. Las heridas abiertas son un foco de infección, por lo que es importante evaluar la situación y curarla si está en nuestras manos o acudir a un profesional para que la cure.
- Nervio de la cola dañado: El daño a los nervios en la lesión de la cola de un gato generalmente se indica por una cola flácida, falta de movimiento en la cola y dificultad para defecar. Probablemente llorarán, escondiéndose, siendo agresivos o quedándose inmóviles debido al dolor.
- Ácaros y parásitos: Al ser una zona de su cuerpo muy expuesta, es muy normal que los parásitos y los ácaros vean la cola del gato puede ser un lugar perfecto para estos. Como consecuencia, aparecerán alergias, urticarias, heridas, picor intenso, etc. siendo de gran molestia para el animal.
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